Por las calles de Cartagena camina moribundo Álvaro José ‘El Joe’ Arroyo (Jair Romero), quien busca de manera desesperada a Jackeline Ramón (Estefanía Borge) para convencerla de que no se case con otro hombre. En medio del deliro producido por la agonía, Joe comienza a recordar los momentos felices que vivió con ella en la década del setenta en tiempos del Carnaval de Barranquilla. En esa época, Joe es gozadera pura. Canta en la orquesta ‘La Protesta’ y está comprometido para casarse con Adela Martelo (Jeimmy Paola Vargas), su novia de adolescencia, pero conoce a Jackeline Ramón, quien es hija de un empresario musical llamado Aníbal Ramón (Flavio Caballero), dueño de la Disquera Caribe. El flechazo entre los dos es inmediato y viven los más intensos días de pasión en medio de las fiestas. Jackeline, no le cuenta a Joe que su papá es una persona prestante en la sociedad barranquillera por miedo a que la valoren sólo por lo que tiene, pero al ver el talento de Arroyo, le promete que le va a ayudar a realizar sus sueños de ser músico. Después, Joe se termina enterando de dónde proviene ella, debido a que Aníbal está buscando un cantante para montar una orquesta y se interesa en él. En un principio, todo parece perfecto, pero en el camino se atraviesa Francisco Vergara (Andrés Suárez), mano derecha de Aníbal y eterno pretendiente de Jackeline, que al darse cuenta de la atracción de su pretendida por Joe, le mete cizaña al señor Ramón diciéndole que su hija no se puede juntar con una persona ‘negra y pobre’. Adicionalmente, hace firmar a Arroyo un contrato en el que lo deja esclavizado de por vida y sacándole hasta el último centavo, sin darle nada de participación a DISCOS CARIBE. Mientras tanto, Fruko (Diego Vásquez), director de FRUKO & SUS TESOS, quien también se interesa en llevarse a Joe para su orquesta, se da cuenta de que el contrato firmado es perjudicial. Al ver la situación, Joe asume que Jackeline y su padre están involucrados en un plan para aprovecharse de su ingenuidad. En simultánea, Aníbal descubre robos continuos que Francisco ha hecho a la disquera por medio de contratos y se altera sin saber que Joe y Fruko van a aparecer para reclamarle, llevando la discusión al límite. En ese mismo instante, Jackeline y su tía Cecilia Ramón (Carmenza Gómez), ven la situación y ante los ojos de ellas quedan como los culpables Joe y Fruko, dejando a Francisco como el salvador y protector de la familia Ramón. Jackeline y Álvaro José ‘El Joe’ Arroyo se declaran la guerra a pesar de la atracción infinita que ha surgido entre los dos. Posteriormente, Arroyo se casa con Adela y se va para Medellín con Fruko a trabajar en Discos Fuentes. Pasado algún tiempo, aparece Francisco para trabajar en la disquera. Joe ahora no sólo debe soportar a su enemigo como jefe sino como novio de Jackeline que también llega a prestar sus servicios de fotógrafa. Al volverse a ver, se dan cuenta de que la llama del amor sigue viva a pesar de las heridas. Los dos entraran en la disyuntiva de escoger entre lo que conviene hacer o dejar fluir sus sentimientos. Jackeline y Joe tendrán que luchar contra las intrigas de Francisco, los prejuicios sociales y los azares del destino que los llevarán a buscar el amor en otras personas que no los satisfacen y que vuelven infructuoso el intento mutuo por olvidarse”
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